The Force Awakens | Freya Campbell

The Force Awakens

Cines de Storybrook | Con Freya | 10:50 PM

"Si no llega en cinco minutos, entro yo solo." Se mintió a si mismo el Doctor Muajad entre sus nublados pensamientos mientras que, con mano zurda, lanzaba furtivas miradas al reloj correspondiente a la mano con que sujetaba el gran bucket de palomitas recién compradas —con su correspondiente bebida, claro—.

Aquel iba a ser uno de los mayores estrenos en años, el comienzo de las secuelas de la gran trilogía que tantas emociones desde siempre le había brindado. Una fecha señalada en su calendario que no iba a dejar escapar por  la impuntualidad de a quién había elegido como acompañante en aquella noche.

Aún se acordaba de cómo con tan solo 9 años, había acompañado a su padre a ver el estreno de "El Retorno del Jedi", pero mucho más de cómo había llegado a casa con el corazón disparado y se hubo puesto a rebuscar en casa las cintas VHS de su padre, con infinitas ganas de ver las dos anteriores. Se le veía también a la mente cómo había vivido el que hicieran otra trilogía de precuelas, con todo lo que ello había conllevado. Y es que,  aunque su apariencia de  médico serio y apuesto no dejaba intuirlo en el resto de vecinos, Fakhîr era un verdadero friki de esta saga.

Hecho por el que ya comenzaba a impacientarse y por el que quizá podía sonar extraño que hubiera invitado al cine a la persona a la que había invitado...

Hacía ya bastante tiempo que Fakhîr le había perdido la pista a Freya, la que sin ser siquiera su paciente le había arreglado un sin fin de aburridas guardias en el hospital con su labia —o pedantería...—, tan solo saludándola por las calles de Storybrook e intercambiando un par de educadas oraciones de vez en cuando, pero fue con la emoción del momento que el recto Director recordó una de las conversaciones mantenidas hacía años. Y es que Freya jamás había visto Star Wars... ¿Qué mejor ocasión para iniciarla?

Un whatsapp, una invitación a entrada y palomitas y ya todo había quedado planeado. Pero tardaba demasiado... ¿Es que acaso le iban a dar plantón?

The Force Awakens

Cine| Con Fakhir |11 P.m

Recibir mensajes de lo mas perturbadores y desconcertantes ya era algo habitual para Freya. No malpenséis, la mayoría de ellos no eran de los múltiples admiradores que desearía tener, a no ser que contase la admiración por su trabajo por parte de sus compañeros en comisaría. No eran pocas las veces que su sueño se había visto interrumpido por  selfies junto a nuevas armas del departamento e incluso aquellos mas insensibles que se habían atrevido a posar junto a una víctima desfigurada adjuntando bajo el nombre de "¿Jugamos al quién es quién?". Pero ninguno le había sorprendido tanto como la invitación del Dr. Muajad o como ella diría con su marcado acento escocés"Doctoh Muahaha". Primero quería deshacerse de ella y ahora la echaba de menos.¿Ves como en el fondo, muuuuy en el fondo la adoraba? Fue suficiente para sacarle una pequeña sonrisa de victoria. ¿Espera, qué? ¿Star Wars? ¡Si Freya no tenía ni idea de la guerra de las estrellas! Sólo que aparecía una rana verde mutante que decía cosas sin sentido. ¿Por qué todos andaban obsesionados con aquella película? La verdad es que nunca había sentido curiosidad por verla y su familia siempre había preferido Star-Trek. La verdad es que la imagen de Fakhir siendo un fanboy era  sin duda algo intrigante, por no decir entretenido. Evidentemente, no se lo perdería por nada del mundo.

Enterarse de algo...Eso ya era mas una misión imposible, aunque trató de buscar algo de información como base para entender la película incluso escribiéndose un par de chuletas en la muñeca por si le daba por hacerse la interesante. ¿Sería suficiente? Las manecillas del reloj respondieron a su pregunta:¿Qué mas da?¡Mierda, llegas tarde! Freya apareció corriendo y se detuvo en medio de la multitud buscando a su acompañante con la mirada. Estaba tan repleto de gente o intentos de seres humanos que se habían teñido de verde y jóvenes que lucían ensaimadas en la cabeza...¿Y eso era un gigante de pelo? Se sentía perdida como si hubiese sido transportada a otro planeta. Socorro.Estoy rodeada de frikis susurró para si misma. ¿Sería su ex-doctor uno de ellos? ¿Y si era la bola de pelo? La Campbell recurrió a su super planb)Llamar al móvil como una persona normal( no sin antes comprarse un helado comopremio de consolación por sentirse un alien por estar rodeada de otras muchas criaturas no identificadas) . Lo cual habría sido perfecto si no lo llevase como un accesorio muerto del asco y de batería. Andaba peleando con el aparato con la mano libre cuando se chocó contra alguien. -¡Lo siento, lo siento!- Gritó abriendo los ojos un poco en pánico, pero al girarse y reconocer el rostro se tranquilizó un poco. -Ah, eres tú.- Sonrió algo nerviosa y avergonzada al ver que le había tirado unas cuantas palomitas encima. ¿Por qué siempre se tenían que encontrar bajo una situación incómoda? La primera siendo a gritos en el hospital. -Lo siento.- Se disculpó de nuevo pero esta vez por la tardanza- ¿Llevas mucho tiempo esperando , pequeño...- Alzó una de sus muñecas para recordar el apelativo que usaban dentro de aquel fandom. -...¿Padawan?-
 

The Force Awakens

Cines de Storybrook | Con Freya | 11 PM

Por suerte para el Director General del Hospital de Storybrooke, unas butacas reservadas en una muy buena posición para ver la película los aguardaban, ya que no fue hasta pasados diez minutos que la chica al fin llegó. Fakhîr le había mandado un par de whatsapps antes de comprar las palomitas, pero siquiera estos habían entrado en su teléfono móvil. Por un momento llegó a preocuparse, pero calmó rápidamente al pensar sobre quién estaba hablando. El Árabe la divisó confusa y perdida entre la gente, buscándolo a él, probablemente, sin tener demasiado éxito, hecho que no le dejó indiferente. Había cambiado, ya no era la misma chica que lo acosaba de forma impertinente en el hospital... Pero al parecer solo había sido un cambio físico, ya que su comportamiento era casi una réplica al que tenía entonces. Una sonrisa se dibujó sobre sus labios, pero fue en cuestión de segundos que volvió a perderla. Estaba enfadado, ¿recuerdas?

Tan perdida estaba, que la joven llegó a su lado sin darse cuenta de que era a él a quien buscaba. Comprendiendo que aquel acercamiento había sido fortuito y que aún sus ojos no habían dado con su figura, siguió su camino con el ceño fruncido y una ceja alzada, confuso ante tal situación. ¿En serio? Aquella incredulidad creció exponencialmente para cuando, torpe de ella, Freya chocó contra él al no mirar por donde andaba. Unas palomitas saltaron de repente escapando de la bolsa, chocando contra su cara mientras esta se torcía en una mueca cascarrabias. Ya recordaba por qué no la soportaba entonces...

—"Maestro". —La corrigió de inmediato sin dar mayor importancia a aquella pequeña colisión.— Está claro que aquí la que tiene mucho por aprender eres tú, Freya

Ya notaba cómo estaba a punto de perder los nervios (la tardanza de la chica más las ineludibles ganas de ver al fin aquella película eran una mezcla explosiva en él) cuando se fijó en que Freya, ni corta ni perezosa, se había tomado la licencia de comprar un helado, prefiriéndolo a pesar de saber que llegaba tarde a su "cita". Respiró suavemente, con lentitud y cerrando los ojos, antes de mirar hacia el techo de la sala y rogar en silencio a su Dios que no le restara la poca paciencia que le quedaba. Tenían una muy larga noche por delante.

—Gracias. —Dijo con sorna el doctor al tiempo que le pasaba el bucket de palomitas y los refrescos a la morena, adueñándose acto seguido de su helado con descaro.— Ahora, si no te importa, vamos a la sala. Llegamos tarde.

Tanto tiempo sin verse y ni un abrazo, un beso o un simple saludo. Cualquiera que no los conociera podrían pensar que se odiaban, que se llevaban como el perro y el gato. Bueno, aquello no distaba mucho de la realidad, pero era esa y no otra la fuerte aunque delgada "relación" que los unía y que había hecho que aquellos años de hospital no cayeran en el olvido.