MayI have a seat? || Adahy Quispe

May I have a sit?

Cafetería de la Universidad | Con Adahy | Hora de la comida

Aquel día la clase se había alargado un poco más de lo normal, por lo que Aisha no se sorprendió al encontrar la cafetería completamente abarrotada de gente. No era especialmente fan de las grandes concentraciones de personas pero aquel día no le quedaba otra que comer allí. Su "no-padre" pasaría a buscarla para llevarla directa a la Biblioteca (aunque ella se había negado por activa y por pasiva)por lo que debía esperarle allí.

Su almuerzo se componía de un sándwich vegetal y una coca-cola, y aunque no era gran cosa, Aisha estaba muerta de hambre. Quizás, si aquello le sabía a poco, podía acercarse a la barra y pedir otra cosa. Ya vería.
Otro problema que se le presentaba debido a la hora punta, era encontrar un sitio donde poder comer tranquilamente. Aquí y allá veía mesas y sillas llenas, y tardó un poco en encontrar un hueco libre.

Se encontraba parada en medio de la sala, entrecerrando los ojos para poder ver bien, y con las manos ocupadas por su bolso y su portátil, y los brazos comenzaban a dolerle.
Para gran alivio, al fondo de la cafetería vislumbró un par de sillas libres, y sin pensárselo ni un segundo más, se encaminó lo más rápido que pudo hacia allí. Un sitio libe en aquel momento era algo parecido a un tesoro.
Dejó -o más bien tiró- sus cosas sobre la mesa y se desplomó sobre la silla, respirando aliviada por su pequeña victoria. Sin embargo, cuando levantó la cabeza se llevó una sorpresa a ver que esa mesa ya estaba ocupada.

Tardó varios segundos en registrar al rostro que tenía frente a ella, y cuando lo reconoció, esbozó una sonrisa al tiempo que alargaba su mano hacia su bolso, anteriormente abandonado de cualquier manera sobre la mesa.-Perdona, Adahy, no sabía que estaba ocupada. Si le guardabas el sitio a alguien, puedo buscarme otro.- Conoció a aquel chico en una de las clases de Historia que tuvo que repetir debido a un malentendido con un trabajo, y siempre le había parecido muy agradable. Pero no habían hablado demasiado, y Aisha entendería perfectamente que el chico estuviese esperando a sus amigos para comer.

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Cafetería de la universidad. | Con Aisha. | Hora de comer.

Por fin había llegado su momento favorito del día: entre clase y clase, ese momento de "paz" que era el almuerzo. No era su lugar más deseado para ello, la cafetería de la universidad necesitaba ampliarse para que todos los alumnos tuvieran un lugar, pero él siempre se apresuraba al salir de su última clase de la mañana para poder coger un sitio.

Después de dejar su mochila en la mesa para reservarse el sitio, fue a la barra a pedir su comida; una hamburguesa de buey con patatas, coca-cola y un pedazo de tarta para el postre. Con la bandeja, regresó a la mesa y empezó a comer, feliz de por fin poder saciar su apetito. Tenía suerte de que la comida de esta universidad fuera mejor que la del comedor de su instituto. Sin embargo, cuando estaba a punto de darle el primer bocado a la hamburguesa, alguien dejó sus cosas de golpe sobre la mesa e hizo que la comida se cayera de sus manos al sobresaltarse.

– ¡Aisha! – Exclamó. Era una compañera que tuvo en el curso de historia que tomó por gusto. Sonrió amablemente y le quitó importancia con un gesto de la mano. – Está bien, estaba solo. – Le dijo, sonriendo amablemente. – Sí que estás cargada... – Dijo al tiempo que se metía una patata en la boca. En su caso, lo único que necesitaba llevar era una libreta, algo para escribir y el libro de la asignatura, porque había decidido que era más cómodo dejar el portátil en casa en vez de ir cargando con él a todas partes... sin contar que era más seguro y se arriesgaba menos a que alguien se lo robara.

– ¿Qué tal te va todo? Hace mucho que no nos vemos. – Con razón, ya que sólo habían compartido un curso y cada uno estudiaba algo distinto, pero siempre había sentido que era una chica muy amable; por no decir que siempre que había habido algún tema discriminatorio en la clase que habían compartido, se había visto que era feminista y eso hizo que agradara a Adahy.

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Cafetería de la Universidad | Con Adahy | Hora de comer

El alivio fue evidente en el rostro de la joven en el momento en el que el chico afirmó que podía quedarse. Aunque se habría ido sin ningún problema, la idea de tener que regresar a la jungla que suponía la cafetería en aquellas horas, no era demasiado atractiva.-Gracias, Adahy. Te debo una.-Se fijó en la cantidad de comida que su compañero estaba dispuesto a comerse y su estómago rugió como respuesta.
Aisha no tenía necesidad de estar a dieta, pero el ritmo tan ajetreado que llevaba los últimos días le impedían poder disfrutar de una comida como aquella. "¿Dónde lo guardará todo?" Se preguntó, divertida.

Sacó el sándwich y la coca-cola de su bolso y lo depositó sobre la mesa para después sacar -tras rebuscar unos segundos en su bolso- una servilleta. No quería mancharse de mayonesa, no cuando se iba directa a trabajar. Dio un mordisco y lo masticó unos segundos, cerrando momentáneamente los ojos antes de tragar.-Me estaba muriendo de hambre.-

Era cierto, hacia mucho que no se veían. Habían compartido pocas clases, pero Aisha sabía que, de necesitar algo, podría recurrir al chico sin problemas. -Bueno, liada, como siempre. Ahora estoy trabajando en la Biblioteca por las tardes, y entre eso y los exámenes... Ya sabes. Casi no tengo tiempo para respirar.-

Si no se equivocaba, Adahy era un año mayor que ella, por lo que estaría acabando la carrera y el tema de los exámenes no sería nada nuevo para él.-¿Y tú qué?-Tras terminar de hablar, dio otro bocado a su sándwich y se limpió la boca después, asegurándose de que no quedaban restros de mayonesa en su rostro.