Hey, I just met you, and this is crazy, but... fuck off - Karmel

Hey, I just met you, and this is crazy, but... fuck off

Universidad| Karmele | Mañana

Había dormido fatal, probablemente por el hecho de que las pesadillas habían estado presentes durante la noche. Cuando se había levantado, tenía dos círculos oscuros alrededor de los ojos, que había cubierto con maquillaje. Si le hubieran dicho años atrás que se iba a maquillar, probablemente se hubiera enfadado (y si alguien se atrevía a insinuar que llevaba maquillaje, también se hubiera ofendido, por muy cierto que fuera), pero no le gustaba parecer débil frente al mundo, así que tenía dos opciones: faltar a la universidad o cubrir las pruebas; y faltar no era una opción, especialmente teniendo en cuenta que tenía que entregar un trabajo. Trabajo que se le había olvidado en casa y que tenía que imprimir en aquel descanso, ya que no le daba tiempo a ir a por él.

Dejó escapar un suspiro, otro más, al ver que la cola no avanzaba. Por dios, ¿cómo podía tardar tanto aquello? ¿Acaso la gente estaba imprimiendo la Biblia? Porque, de otra forma, no se explicaba cómo podía ser que llevara cinco minutos allí y no se moviera.

Dirigió la mirada a su movil, que marcaba la hora. Aún le quedaban veinticinco minutos para la próxima clase, pero no sabía si le daría tiempo a llegar. Sería su primera falta del año, y era algo que no podía permitirse. Además, tenía que llegar temprano o le quitarían su asiento en primera fila. Suspiró de nuevo, mientras daba pequeños golpes con el pie en el suelo, como si eso fuera a hacer que el encargado de Reprografía se diera prisa, o algo.

Por fin el primero en la cola salió de ella, y Luca puso avanzar treinta centímetros. Genial

HEY, I JUST MET YOU, AND THIS IS CRAZY, BUT... FUCK OFF

Universidad | Luca | Mañana

Aquella mañana, se había levantado entre miles de libros, casi como de costumbre, aunque esta vez, creía tener una pista que seguir, así que se había pasado toda la noche subrayando y anotando las partes de los libros que tenía que fotocopiar al día siguiente.  
Y ahora, ahí estaba, con su querida Apep; la serpiente que ejercía las veces de compañera de piso; despertándole a su manera: paseándole la lengua bífida por la cara. No era la mejor forma de despertarse, desde luego, pero Karmel ya estaba acostumbrado.
Una vez despierto, se preparó y pasó un rato delante del espejo. Tan guapo como siempre. No sabía cuál era su propia magia, pero podía pasarse días sin dormir y seguir siendo guapo. Al menos, a sí mismo se lo parecía y como no iba a escuchar otra opinión, esa era la importante.
No tardó en salir tras conseguir “arreglarse el pelo”, dirección a la universidad.

Un rato después, se encontraba en el descanso, cargando el montón de libros que había estado llevando de un lado a otro todo el día dirección a la fotocopiadora, que, gracias a la maravilla de la era moderna, era exactamente la misma que la impresora. Avanzó sin ver realmente lo que había en su camino cuando notó que había algo pequeño y frágil delante, por supuesto, cuando lo había notado, era porque en ese momento ya era demasiado tarde para impedir cochar contra aquel cuerpo y ver volar todos sus libros con gesto de horror. A quién le importaba la otra persona o si se había hecho daño. ¡SUS LIBROS PODRÍAN DAÑARSE! Así que, antes de nada se levantó corriendo del suelo para recoger los susodichos libros y colocarlos en  casi la misma torre que estaba antes del accidente. Ya podía suspirar con alivio y recriminar al dueño o dueña de aquel cuerpo que tuviera más cuidado.

– Disculpa...¿Podrías mirar por dónde vas? No es bueno quedarse parado en mitad de la nada. Y no pienses que por ser una chica te vas a librar.

Hey, I just met you, and this is crazy, but... fuck off

Universidad| Karmele | Mañana

Como no era suficiente con la cola, de repente, alguien se chocaba con él, haciendo que se cayera hacia atrás. Sin embargo, eso no era lo peor. Lo peor era que encima le echaba la culpa a él de no mirar por dónde iba cuando Luca no iba por ningún sitio, así que, realmente, la culpa era de aquel burro. Y encima estaba tirado en el suelo, le dolía el golpe y el muy imbécil ni siquiera se molestaba en preocuparse por cómo estaba, si no por echarle la bronca. Como si fuera cosa suya que aquel tarado se fuera chocando con la gente.

Vale, no. Eso no era lo peor. Lo peor es que le había dicho que era una chica. No era la primera vez que le confundían con una mujer, pero no por ello iba a dejar de indignarse. Es decir, era cierto que tenía rasgos afeminados pero... ¡por lo más sagrado! No vestía como una chica, ni era una chica. Lo único que era en aquellos momentos era un cúmulo de odio hacia la humanidad, en general, y hacia aquel chico en particular.

─ ¿Disculpa? ─ exclamó, levantándose lo más elegantemente que podía, con una mirada que rezumaba odio y ganas de asesinar al culpable. ─ Primero, el que tiene que mirar por dónde anda eres tú. Por si no te has dado cuenta, esto es la cola de reprografía, y si por mí fuera no estaría aquí, pero algunos vamos a clase y estudiamos ─ bueno, quizás el otro también, pero a juzgar por sus pintas... no lo parecía. Por muchos libros que llevase. ─Segundo, me has tirado al suelo y en lugar de preocuparte por cómo estoy, porque podrías haberme hecho algo, tu única preocupación han sido tus libros y echarme la bronca haciendo gala de toda la hipocresía que puedes acumular. Tercero: no soy una chica. ─ trató de tomar aire para tranquilizarse y no abalanzarse sobre aquel idiota para acabar con su patética existencia ─ Y cuarto: vete a la mierda ─ dicho aquello, se dio media vuelta, con toda la dignidad que le quedaba (después de haberse caído de culo) para seguir en la fila. Esperaba que aquel imbécil hiciera caso a su último punto y desapareciera. O que se disculpara, pero a juzgar por su poca vergüenza, era poco probable.

HEY, I JUST MET YOU, AND THIS IS CRAZY, BUT... FUCK OFF

Universidad | Luca | Mañana

De repente, cuando se encontraba regañando a aquella mujer, descubrió, como ya había comprobado antes, de otras maneras, lo terrible que puede ser una cuando se enfada, aún así, parecía dar datos importantes, aunque no por ello dejó de mirar a aquella persona con gesto entre confuso y extrañado.

–¿Has dicho que es la cola? ¿Hay cola? Mierda.

Bueno, también parecía estar diciendo otra serie de cosas, aunque menos importantes. A ese paso se perdería las dos horas de clase que tenía a continuación, que no es que le diera mucha importancia, pero siempre estaba bien intentar faltar lo menos posible cuando no se tenía una excusa.

–¡Un momento! – se levantó llamando al chico por el hombro y cuando este se giró, fijo que a mandarle de nuevo a la mierda, se agachó a mirar más de cerca a aquel ¿chico? Decía que era un chico, pero tenía cara de chica y una voz muy femenina. Entrecerró sus ojos y se acercó tanto que podría incomodar a la persona más libre respecto al espacio personal. –¿Eres un chico? ¿Estás seguro? – Y lo siguiente que hizo fue su primer impulso, casi un acto reflejo. Sus manos fueron directas al pecho del otro chico, de forma en que si fuera una mujer, estaría cometiendo acoso. Igual con un hombre también, pero a quién le importaba, era la forma más eficaz de comprobarlo. Y entonces supo que o era un hombre de verdad, o la mujer más plana del mundo, ganando un récord guinnes seguro.  – Pues sí que pareces ser un hombre. Vaya, qué raro, nunca me había fallado el radar.

Hey, I just met you, and this is crazy, but... fuck off

Universidad| Karmele | Mañana

¿Cómo que si había cola? ¿Acaso estaba ciego? Aunque... claro, no sabía ni para qué preguntaba. Claro que estaba ciego. Le había confundido con una mujer. Iba a replicar pero...

Los siguientes segundos pasaron como a cámara lenta delante de sus ojos. De entre todas las cosas que podrían haber pasado, y que se le ocurrían que podían pasar y que... bueno, de entre todas las posibilidades, nunca hubiera podido pensar que aquel imbécil hiciera aquello. Mucho menos delante de toda aquella gente que observaba la escena tan atónita, o más, que Luca.

─ Qué... te crees... que... acabas... de...hacer  ─  preguntó, con un tono de voz que no presagiaba nada bueno. ¿Cómo que radar? ¿Cómo que sí que parecía ser un hombre? ¿De verdad tenia que asegurarse o simplemente era subnormal?

Tenía la cara roja, por la vergüenza y la humillación. ¿De verdad estaba pasando aquello? ¿Delante de toda aquella gente? ¿Y todo porque se había olvidado el maldito trabajo en casa porque había tenido pesadillas? Lo cierto era que se le habían olvidado las pesadillas, los miedos y cualquier cosa. De hecho, lo único en lo que pensaba en esos momentos era en vengarse. Y para eso, lo mejor era asegurarse de si el otro era también un hombre, así que para comprobarlo, levantó la pierna para darle una patada en la entrepierna.

Si era un hombre de verdad, pronto dejaría de serlo.

HEY, I JUST MET YOU, AND THIS IS CRAZY, BUT... FUCK OFF

UNIVERSIDAD  |  Luca | Mañana

En su vida, Karmel había recibido una gran cantidad de golpes, sobretodo en la cara...Calculaba que actualmente en número de bofetadas que había recibido ascendía a más de 300, aunque los pisotones con tacones en la espinilla, por decirlo de algún modo, tampoco solían quedarse atrás. Y aún así, nada de todos esos golpes, o de los que hubiera podido recibir en el caso de ser alguien que fuera habitual en las peleas, podría haberle preparado para aquello.

Aquella patada fatal que llegó de la nada y cargada de rabia y que acabó en sus testículos, haciéndole doblarse en el momento, tirando de nuevo los libros que estaban detrás de él, y haciendo que sus manos fueran a parar a la zona afectada, como si intentar sujetárselo aliviara algún tipo de dolor. Y no era así. Aquel dolor se extendía desde sus gónadas reales, su fábrica de hacer bebés, y  su serpiente maestra para avanzar hacia todo su interior, haciendo que ya no sólo se doblara y diera pasos hacia atrás, sino que perdiera el equilibrio y cayera al suelo mientras emitía una especie de grito agónico mezclado con gruñidos de frustración, que estaba seguro de que toda la universidad pudo oír fuera cual fuera su situación. Pero daba igual, su cerebro había desconectado del todo con el mundo y ahora parecía mostrar un cartelito de “No disponible”.

Las caras de las demás personas debían saber lo que se sentía, pues algunos se llevaron sus manos a sus propias partes con gesto de dolor agudo.

Karmel no sabía el nombre de aquel chico, pero, cuando su cerebro volvió a conectar con el resto de su cuerpo y pudo empezar a volver a pensar, supo que iba a acordarse de aquel chico toda su vida, y que encontraría la manera de vengarse por aquello. Es más, gracias a que la cola iba tan lenta y avanzaba tan poco, le empezaba a dar tiempo a recuperar el sentido de su cuerpo sin que todo fuera dolor. Poco a poco, pero iba pasándose..

Cuando finalmente logró levantarse, alzó un dedo hacia aquel chico, y aún con las lágrimas en sus ojos y la voz atragantada y un tanto más aguda que antes, le miró con rabia y dijo – ¡Tú! Prepárate para hacerte responsable si por tu culpa me quedo estéril o no se me vuelve a levantar en la vida. ¡TENDRÁS QUE COMPENSARME! - Y se dio la vuelta para intentar recobrar la poca compostura que le quedaba, antes de volver a girarse y hacerle la pregunta clave. - ¿Cómo te llamas, KewAd ? Tengo que saber el nombre de aquel que va a recibir la visita del Dios de las Serpientes. - El insulto en árabe hasta se le escapó por el propio momento. No solía ser alguien que dijera insultos, y mucho menos en su lengua materna, pero ahí estaba la bestia que llevaba dentro.

Hey, I just met you, and this is crazy, but... fuck off

Universidad| Karmele | Mañana

Una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro a la par que en el rostro del desconocido se formaba una mueca de dolor. Ahh, la venganza era dulce. En realidad, si por él hubiera sido, hubiera acabado con su patética existencia, pero no necesitaba ser estudiante de derecho para saber que aquello, desgraciadamente, era un poco ilegal, así que con aquello bastaría.

Sin borrar la sonrisa del rostro, volvió a girarse para permanecer en la cola, sabiendo que ahora todo el mundo le miraba, pero ya no sentía vergüenza, si no orgullo. Sí, estaba orgulloso por haberle dado una patada a aquel idiota, e imaginaba que la gente estaría de su parte. Y, aunque no lo estuviera, ¿acaso importaba? Había actuado en defensa propia, después de aquel aquel chico invadiera su espacio y le tocara el pecho. Pensar en aquello solo hacía que volviera a enfadarse, pero... si pensaba en el grito de dolor tan maravilloso que acababa de oír.

Por desgracia, el grito mutó a una sarta de amenazas e improperios que no le hacía tanta gracia. ¿Cómo que compensarle? ¿Pero qué se creía? Luca se giró, con una sonrisa que, si bien no era de alegría, tampoco presagiaba nada nuevo.

─¿Disculpa? Has sido tú el primero en atacar, yo solo he actuado en defensa propia. Aunque sea un hombre, también se considera acoso si vas tocándome, ¿sabes? Además, si te quedas estéril le habré hecho un gran favor a la humanidad, le habré librado de una nueva generación de idiotas ─ desde luego, una patada suya, que nunca había tenido fuerza, precisamente, no iba a dejar estéril a nadie. Ni siquiera impotente, pero no se podía callar aquel comentario.

El otro continuó insultándole y amenazándole o, al menos, imaginó que eso era lo que estaba haciendo. No quería reírse del otro por tener una cultura diferente, no cuando él había desarrollado esa pasión por los lugares desconocidos, pero... ¿qué era eso del "Dios de las Serpientes"? No pudo evitar soltar una risa al imaginarse al un señor recubierto de serpientes visitándole. Era irónico, ya que siempre había temido más que nada el momento de su muerte, pero, entre todas las cosas que podían pasarle, ser atacado por un dios de las serpientes no era una que le atemorizara, realmente.

─ Luca. Luca Delaqua. ¿Y el tuyo? Por si me da por denunciarte, ya sabes. ─  desde luego, no iba a hacerlo, no merecía la pena gastar tiempo con aquel idiota. Pero en cuanto alguien escuchaba la palabra "denuncia", solía salir por patas. Esperaba que aquel idiota no fuera tan idiota como para seguir molestando, pese a la amenaza.

HEY, I JUST MET YOU, AND THIS IS CRAZY, BUT... FUCK OFF

UNIVERSIDAD  |  Luca | Mañana

Pudo ver con satisfacción cómo aquel rostro triunfante, insultántemente parecido con el de una bella mujer, se tornaba hacia su amenaza muchísimo menos triunfal, más de enfado. Karmel, temiéndose otra patada, se echó ligeramente hacia atrás, por mera seguridad testicular.

– ¿Tocarte a ti es acoso sexual? ¿En qué país? ¿Sabes que en otros países en un saludo? –  No era así, al menos en ninguno de los que había estado, pero eso no descartaba que en algún sitio perdido de África o Asia no se hiciera. ¿Él que sabía? Había estado en muchos sitios pero no por eso no podía inventarse cosas si lo decía con la suficiente confianza.  –  ¡Eliminar una generación de idiotas! No sabes lo que dices, en todo caso eliminarías una generación de posibles futuros reyes. Y de personas tan hermosas como su padre, eso seguro. – Si hubiera tenido el pelo largo como el chico con el que estaba casi discutiendo, habría hecho un Hair flip como una casa de grande, o al menos, eso pensó para sí mismo. Habría quedado tan guay...

Lo siguiente, aquella risita cuando le amenazó, simplemente le enfadó algo más, aún así, respiró profundamente por un momento y decidió tranquilizarse. Sabía bien que enfadarse no solucionaba nada, y que en este país parecía un hobby aquello de enfadar al prójimo, así que funcionaba mejor contar hasta 10 y dejarlo pasar con una sonrisa. Usando ese método, le miró sonriente, como si nada hubiera pasado, y colocando una mano totalmente intencionada, en su hombro.

– Mi nombre es Karmel. Karmel Nemty.  –  Miró aquella mano y ampliando la sonrisa la quitó como si fuera un descuido. –  Perdona, no quisiera darte otro motivo para denunciarme, pero si decides hacerlo, te doy la dirección de mi casa, para que no te pierdas y Apep te reciba como te mereces. –  Y obviamente, tomó un papel que usaba como porta páginas de uno de los libros que traía y que aún seguían en pié y escribió su dirección ahí, para dársela con una sonrisita socarrona a Luca, sin mencionar en ningún momento quién era Apep y qué manera podría ser esa, teniendo en cuenta que era su mascota.

Sin más, se volvió a poner a recoger los libros, que con suerte, no volverían a caerse al suelo, o al menos, rezaba por ello, o a este paso se quedaría sin libros antes de poder fotocopiarlos.

Hey, I just met you, and this is crazy, but... fuck off

Universidad| Karmele | Mañana

─ Ignoro en qué país de bárbaros eso sería considerado un saludo ─  en ninguno, probablemente. Estaba seguro de que solo le estaba tomando el pelo pero, oye, quién sabe. El otro parecía extranjero y, honestamente, a Luca le daba igual herir sus sentimientos. ─ pero aquí no, así que, sí, es considerado acoso. Y no sé en qué país alguien como tú llegaría a rey, pero teniendo en cuenta que la mayor parte del mundo civilizado son repúblicas, dudo mucho que llegues muy lejos.

Se limitó a poner los ojos en blanco cuando hizo mención a su belleza. En realidad, no era feo, pero desde luego no iba a darle el gusto de reconocerlo. Quizás por eso había actuado así, sería el típico chico guapo que se tiraba a cualquier chica que se le pusiera por delante, así que, ¿por qué no funcionaría con Luca? Porque no era una chica, claro. Y porque no era idiota, probablemente.

El otro se presentó y le dio la dirección de su casa. ¿Para qué demonios quería él su dirección? Si lo único que quería era no volver a tener que ver a aquel idiota, no ir a su casa a venderle galletas cual Boy Scout. Luca observó todo el proceso con una ceja alzada, preguntándose si aquel chico estaba loco o simplemente era él que tras tantos años, seguía sin entender el comportamiento de la gran mayoría de la población. Y, desde luego, no pensaba darle al otro la satisfacción de preguntarle quién era el Apep ese. Posiblemente sería su mayordomo y lo decía para darse aires de importancia, aunque, para ser sincero, Luca dudaba seriamente que alguien como él pudiera tener sirvientes.

Tomó el papel, más por reflejos que por verdadera curiosidad, así que en cuanto el otro cogió sus libros, se lo dejó encima de la pila de volúmenes, dando a entender que le daba totalmente igual dónde viviera, quién era el Apep y demás. Eso sí, mientras se giraba para ponerse en la cola una vez más, no pudo evitar callarse.

 ─ Por cierto, Carmel es nombre de chica, al menos en italiano  ─ aquello no era del todo cierto, ya que el verdadero nombre era "Carmela", pero el otro no tenía por qué saberlo. Y, sin duda, no le haría mucha gracia conocer aquel dato, por falso que fuera, porque no podía saber si era verdad o no a menos que fuera italiano y, sin duda, no lo era.

HEY, I JUST MET YOU, AND THIS IS CRAZY, BUT... FUCK OFF

UNIVERSIDAD  |  Luca | Mañana

Frunció el ceño ante la cortante respuesta que recibió, pero aún más ante el hecho de que el otro pensara que no podía ser Rey. ¡Por supuesto que lo sería! ¡De algún sitio! Algo le decía que debía de estar emparentado con una  preciosidad a la escala de Cleopatra, o incluso con ella directamente. O de alguien en el mismo ranking de belleza y poder. Además, sus investigaciones avanzaban poco y nada, así que su ego era lo único que tenía, aparte de que era de Egipto.

– Incrédulo. Ya verás, tan cierto como que pareces una mujer, que cuando descubra quién soy, seré un Rey o algo así y anularé esa estúpida ley del acoso. O no, la verdad es que no lo sé...Qué difícil va a ser lo de ser Rey...necesitaré un consejero. ¿Quieres ser mi consejero, Luca?

Sí, acababa de conocerle. Y sí, le había golpeado en la entrepierna, pero parecía listo ¿Por qué iba a ser una mala idea? A él no se le daba bien pensar en cosas...y si no estaba fumado, era aún peor. Además, sólo de pensar en aquellas responsabilidades le había empezado a doler la cabeza.

Aún así, cuando fue a coger los libros, observó con curiosidad como de repente el papel con su dirección estaba encima de ellos,..probablemente se le hubiera caído. Puede que Luca fuera un poco despistado, así que, dejándolos otra vez en el suelo con frustración y tomando el papel, pensando en la mejor forma de esconderlo para que se lo llevara. No por nada en especial, sino porque ya lo había escrito, y era un peligro que alguien más diera con su dirección.  Además, ¿y si luego la quería y no la encontraba?¿Y si era alguna acosadora loca la que lo encontraba? Aunque bien pensado, podría dárselo a aquel chico y que él se lo diera a una... o uno. Se revolvió el pelo con indecisión, y al final, decidió, con todo el disimulo del mundo,meterle el papelito en un bolsillo, rezando porque no se diera cuenta y volvió a tomar los libros con todo el disimulo que era posible en él.

– Ah...te refieres a ¿Carmela? – Aún se acordaba de aquellas bromas que le gastaban cuando estuvo en Italia, pero le hacían traer una mueca de incómodez, no era bonito recordar ese tipo de cosas, que por alguna razón le habían pasado en muchos países.  – Alguna vez me han dicho que parece de mujer, pero es hebreo...creo. Además, lejos de los gustos de una madre o un padre para poner nombres, yo me veo bastante hombre...al contrario que otros, ¿No crees? – Sabía que no le estaba viendo a la cara, pero esperaba que aquel muchacho pudiera sentir aquella sonrisa arrogante que se había dibujado en sus labios.