Somenthing is missing || Connie Foster

Somenthing is missing

Biblioteca | Con Connie | Media tarde

Era día de inventario en la Biblioteca, y para su mala suerte, coincidía con un día que tenía que trabajar. Así que se armó de toda la paciencia de la que disponía y se adentró en el edificio, repitiéndose constantemente que, cuanto antes empezase, antes acabaría.

Había decidido coger un café para llevar en una de las cafeterías cercanas pues, como la mayoría de los días, había ido directamente desde la Universidad, y temía quedarse dormida encima de la pila de libros que le tocaba ordenar.
Dejó su bolso en la balda situada bajo el mostrador y sacó su teléfono móvil, comprobando que lo tenía en silencio y que no se dejaba ningún mensaje sin contestar, para guardárselo después en el bolsillo trasero de sus vaqueros.

Se recogió la espesa melena en una trenza y rebuscó entre los libros de registros, hasta dar con la sección que se le había asignado. “Genial, encima me ha tocado ordenar la sección que más odio.” No era especial fan de la ciencia ficción, por lo que recontar todos aquellos libros iba a ser mucho más aburrido de lo que le gustaría.
Aisha inspiró profundamente y se adentró en los pasillos de la Biblioteca cargando con el libro, hasta que por fin dio con su destino. No era demasiado grande, pero el desorden y el caos que reinaban allí eran inhumanos. ¿Por qué nadie podía dejar las cosas como se las encontraba?

Decidió apoyar el libro sobre una de las baldas, y siguiendo el orden alfabético, comenzó a sacar y recolocar los tomos. Sin embargo, al llegar a la letra O, Aisha comprobó que faltaban varios ejemplares de una de las obras –para ella- más famosas: 1984. “No puede ser…” Rebuscó y removió varias veces todo, pero no pudo dar con los libros.

Tras meditarlo unos segundos, abandonó el pasillo y se fue en busca de algún compañero que pudiese ayudarla. Se sintió aliviada al descubrir una cabellera morena en otro de los pasillos, a la que rápidamente reconoció como Connie.
-Oye Connie, ¿puedes ayudarme un momento? Creo que faltan varios libros…

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Somenthing is missing

Biblioteca | Con Aisha | Media tarde

Era el primer miércoles del mes, lo que significaba que era día de inventario. No tenía que ahondar mucho en ello, las simples expresiones que demostraban todos los trabajadores de la biblioteca, explicaban la emoción experimentada por el inventario. Resopló. No era afecta a pasarse toda su jornada de trabajo acomodando libros y contándolos. Lo único que le divertía de todo eso, es que en lugar de hacer su trabajo, terminaba abriendo uno de los tomos y lo leía hasta que alguien aparecía por el pasillo y tenia que esconder su pereza para que no la descubrieran in so facto. Una sonrisa discreta y socarrona se coló en sus labios cuando terminó de planear una nueva travesura. Ella las amaba. Cuando llegó su turno de revisar la sección que le tocaría ese día, las oscuras letras en la lista al lado de su nombre mostraron una simple palabra: Romance.

Uh, esto se pondría interesante.

Media hora después, Connie se encontraba sentada sobre la madera de la biblioteca en el estante de la letra S, leyendo uno de los libros más entretenidos e infinitamente divertidos que había encontrado en su vida: Hamlet, de Shakespeare. La castaña podría realmente estarse riendo ante los diálogos y el dramatismo plasmado en cada una de las palabras del escrito, si no fuera por Aisha, una compañera del trabajo y una gran chica —quien le había enseñado el arte del bibliotecario cuando llegó a trabajar ahí— la muchacha ya estaría en el piso, elevando los pies y riéndose a carcajadas— Sí, claro—frunció el ceño una vez que la escuchó, interesada en lo que sucedía y de un salto se levantó del piso, siguiéndole a través de los pasillos y el laberinto de estantes—¿Cuáles faltan? Seguro el chico de la mañana se olvidó de registrarlos en el libro de préstamos.

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Biblioteca | Con Connie | Media tarde

Sabía que Connie no la defraudaría, y no pudo evitar sonreír cuando obtuvo la respuesta afirmativa de la joven. Ambas eran apasionadas de la lectura, cada una a su manera, y Aisha estaba segura de que entre ambas podrían poner fin a aquel misterio.

Por lo menos, podía fardar de que le había pasado algo interesante en el trabajo. Sus compañeras de clase a veces se burlaban y le decían que envejecería de golpe sólo por trabajar en un sitio tan aburrido, pero Aisha prefería pasar de ellas e ignorarlas.
Como le había dicho el Doctor Muajad unos días atrás, era una pena ver la ignorancia en aquel pueblo.
-Faltan todos los ejemplares de 1984. Se supone que tiene que haber tres, pero he rebuscado por todas partes y no he visto ninguno.-Se mordió el labio inferior durante varios segundos, pensativa, mientras escuchaba a la joven.- ¿Tú crees?.-Señaló, para confirmar su problema,el trozo vacío de estantería donde tendrían que estar los libros.- A lo mejor los ha colocado en otro sitio. ¿A ti no te falta ninguno?

El chico que trabajaba por las mañanas en la Biblioteca era un auténtico empanado, y a Aisha no le extrañaba nada que ocurriesen cosas así. Sin embargo, no se podía creer su mala suerte por haber tenido que revisar los mismos que él. A Connie le había tocado una sección que ella no habría tenido problema en ordenar –se la sabía casi de memoria- y ella tenía que conformarse con la ciencia-ficción. “Y con tres malditos libros perdidos por ahí”.

-Espera, voy a coger el libro de registros, a ver si los apuntó.-Cuando regresó con el pesado libro en los brazos, lo abrió por la letra correspondiente y siguió las letras con el dedo índice de su mano derecha, hasta detenerse sobre el título correspondiente.-¿Ves? Aquí están apuntados. Ese idiota los ha tenido que poner en otro sitio, fijo.- Una mueca de fastidio se dibujó en su rostro al tiempo que cerraba de nuevo el libro.-¿Por qué me ha tenido que tocar a mi esto? No tengo que arreglar algo que no he hecho mal…